lunes, 6 de octubre de 2014


SEMBLANZA DE UNA VILLAREALINA

El mundo tuvo una gran pérdida en la música del rock, Kurt Cobain murió el 8 de abril de 1994 en su casa en Seattle, con él, una carta de suicidio. 
Muchos sucesos pasaron ese año: se estrenó El Rey León, la primera película de Disney que ví, se estrena Forrest Gump y Nelson Mandela era elegido como el primer presidente negro de Sudáfrica .

Es ahí donde nace Shearley Moncada Romero, un 30 de julio, donde aún se respiraba un ambiente patriótico. Tiene 20 años, vive en Ate y estudió en el colegio Mixto La Mollina 1278.
Vive con sus padres y su hermana, menor que ella.

La vida de una niña debe ser divertida, pero la perspectiva de "vida" puede cambiar de un día para otro, pues la valoras más. A los 10 años fue operada de apendicitis, casi peritonitis, si no la trataban a tiempo. Un momento que ruega no volver a pasar, pues ver la cara de sus padres a las afueras del quirófano fueron de terror y la angustia que sintió cuando la enfermera le dijo "Vas a dormir un rato, no vas a sentir nada" , fue eterna. En verdad pensó que no viviría. Por ese motivo se cambió de colegio, pues su vacante no esperó por ella, su destino fue cambiado

Postuló a dos universidades, aparte en la que se encuentra actualmente, en la Universidad Agraria La Molina, ese fue un impulso de su  madre y  la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 
Pero ahora es una  feliz universitaria y muy orgullosa de estar en la Universidad Nacional Federico Villareal, ingresó a los 19 años a la carrera de Ciencias de la comunicación, una futura comunicadora.

Este año ella perdió a alguien muy valioso en su vida, hace tan solo 4 meses, su abuela materna, su segunda madre quien la apoyaba en todo. 

Aún no hay logros importantes en su vida, pero eso no quiere decir que no los haya en un futuro. Los objetivos son grandes y dificultosos, pero con esfuerzo y dedicación todo es posible. 

Un largo tiempo por el cual vivir.

                                                                    Shearley Moncada Romero


sábado, 6 de septiembre de 2014


SIN LÍMITES

Dedicación y admiración son sinónimos de  Hermann Buhl, austriaco de 29 años, considerado uno de los mejores escaladores de Europa, especializado en escaladas de velocidad y en solitario. El nuevo reto trazado por este profesional es la novena montaña más alta del mundo, Nanga Parbay.

Tras haber trabajado un mes, el resultado no fue el esperado. Así que Karl Herrligkoffer, jefe de la expedición mando una retirada. Pero por causas del destino Hermann y sus hombres no se enteraron y se quedaron en la montaña. Del 30 de junio al 2 de julio el tiempo es bueno. Kempter y Buhl deciden acampar para partir al día siguiente. Pero Buhl despierta solo y decide hacer su travesía en solitario.

La escalada es muy exigente y el cansancio se hace presente. Amanece y Buhl deja su mochila en un hueco en la nieve, pues pensaba regresar en la tarde. Lleva en manos tan solo su cantimplora llena de infusión de coca, un puñado de medicamentos (anfetaminas), el piolet y la cámara.

Caídas, tropiezos y golpes no son más que las huellas del esfuerzo. El hambre y la sed  atormentaban a Buhl, por eso, indeciso, toma dos píldoras de Pervitin, las anfetaminas que había llevado, para afrontar las ultimas dificultades técnicas. Su objetivo no llega lejos <<de los diez o veinte metros>> que alcanza su vistas, cada dos por tres se desploma agotado.

<<Con indecible esfuerzo me arrastro a lo largo de una cresta horizontal. Aquí no impera ya más que el espíritu; el espíritu, que no piensa en otra cosa que en subir. El cuerpo hace ya mucho que no puede más…No puedo tenerme en pie, no soy más que una ruina. Avanzo a gatas, cada vez más próximo el peñasco al que con temerosa expectación ansío llegar. ¿Qué hay más allá?  Me llevo una grata sorpresa… Piso el punto más alto de esta montaña, la cumbre del  Nanga Parbat… Son las siete de la tarde>>

Recupera su mochila, lleva tiempo sin alimentarse, la lengua se le pega al paladar, echa espuma por la boca. Pierde la noción del tiempo. Para que siga adelante recurre de nuevo a la Pervitin, convertido en un despojo humano y así sigue bajando después de 41 horas que dejo el campamento.

Al poco de iniciar su descenso se percata que ya no está solo, hay un compañero que lo protege. Una “locura” que muchos han pasado en situaciones límites que les ha ayudado a sobrevivir. Aún queda más… un poco más, por los casi desmantelados campos de altura para llegar a  la base, aunque le costarían dos dedos de los pies… Cuatro años después estaría en los libros más importantes como la primera ascensión al Broad Peak. Se puso un nuevo reto, el alpino Chogolisa, donde desparece al fallar una cornisa en medio de la tormenta.


                                                                                 MONCADA ROMERO SHEARLEY

viernes, 29 de agosto de 2014


ENTRADAS DE CRÓNICAS
  1. El cristo del cerro San Cristóbal - Crónica de viernes Santo Relatos del Perú, Rolly Valdivia Chavéz)
Caminas por el asfalto caliente, arrastrando una cuz que tú mismo te has impuesto. Y zigzagueas cuando         un par de latigazos ardorosos enrojecen tu piel envuelta en sudor. No lloras, pero gritas, gimes, te desplomas y tus ojos se clavan en el cielo, con esperanza, con furia, con humildad. ¿Es de ahí de donde sacas tu fuerza?.

¿Por qué? : Pues siento que al instante que empiezas a leer te llama la atención, sangre, dolor, fuerza, a quién no le causa curiosidad por saber a que se refiere, y pensar si es algo real o algo inventado. 

Me da la intención de seguir leyendo. Describe bien las emociones que él siente y eso te causa mayor efecto.


     2.  Ay , Mi padre- Crónica desventurada de un cronista aventurero ( Eneas Marull,                    Caretas)
Yo suelo quedarme muy asombrado cuando encuentro muchachos y chicas que dicen muy sueltos de huesos que sus padres jamás les pegaron porque, que yo recuerde, mi padre jamás dejó de pegarme.

¿Por qué? : Te identificas con el tema y es de interés general ¿A quién no le pegó algunas vez su padre?. Es algo real, es por eso que nos afecta. Quieres terminar de leer porque, aparte que te dice que al niño le pegaban, lo que llama la atención es lo constante que ocurría eso, te causa emociones encontradas, pues nadie acepta el maltrato a alaguen.

Saber cuales eran los motivos.Es muy interesante esta crónica.


     3. Uno que velaba - Crónicas de guerra, guerra del pacifico ( J. Olid García)

En el alto, donde había tenido lugar lo más recio del combate, donde no había brevas, ni gallinas, ni árboles sombríos, ni lanudos y sabrosos corderos, había quedado sin embargo, un viejo y veterano jefe, montando guardia voluntaria con una cincuentena de soldados, que a pesar de sentir el mismo hambre que abajo, se habían conformado con mascar una dura tira de apolillado charqui y un más que duro pedazo de galleta.

¿Por qué? :  Es de un contexto real, de un conflicto que pasó hace años pero aún tiene estragos entre nosotros. La forma de describir cada detalle, la narración que elige el autor es buena.
Sentir pasión por tu país, identidad e instinto de supervivencia es lo que me llamo la atención de esta crónica.

Seguí leyendo y no me arrepentí. te causa emociones, y sientes que eres tú el soldado que sobrevivió y lucho.


                                                                                                    
                                                                                   MONCADA ROMERO SHEARLEY


domingo, 24 de agosto de 2014

 UN LUGAR DESCONOCIDO

Sentir curiosidad es algo natural en el ser humano, querer ingresar a algún lugar desconocido es como una chispa que se enciende en nuestro interior,  ¿pero qué pasa si no hay una entrada ? o, que si la hay, pero no sabemos ¿cómo entrar?.

En el pabellón B de la sede central de la Universidad Nacional Federico Villareal, se encuentra en el último piso una azotea. Al ingresar por primera vez a la universidad, fue lo primero que me llamó la atención y desde ese momento quise averiguar como entrar , pues quería ver desde esa perspectiva la vista que daba. "Ahí no se puede ingresar señorita", me dijo el guardia con semblante acalorado, pues cuando le pregunté era verano. 

De ahí no quise averiguar más , aparte que el tiempo no me ayudaba, pero siempre, cuando ingreso a la universidad, lo miro y pienso que algun día, antes que me gradúe, entraré y veré esa vista,que tanto añoro ver. 

Un lugar alto, en el pabellón B que exploraré alguna día.

                                                                                                            Shearley Moncada Romero